¿Quién o qué es natour.guide?

Mmm, quería iniciar una empresa que no se limitara solo a caminar por senderos y ofrecer aventuras a corto plazo. Debería ser más, ser diferente, ser sostenible, poder cambiar algo, ponerlo en marcha, reflejarme a mí y a mi forma de vida. Trabajo en eso todos los días. Y ahora ya no soy sólo yo quien está detrás de natour.guide, sino que mi marido y yo dirigimos juntos esta pequeña empresa. Porque Mallorca es una isla y el agua es el elemento de Michael. Era lógico ampliar nuestra oferta con su experiencia.

​¿Cuál es tu trabajo en natour.guide?

Soy la principal responsable de los tours terrestres. Además de nuestras excursiones, me encargo de nuestro diseño visual y marketing (sitio web, redes sociales, fotografías)

Mis experiencias en y con la naturaleza han cambiado completamente mi vida y me gustaría darles a otros la oportunidad de tener sus propias experiencias, de sentir esa sensación de satisfacción después de estar un día entero al aire libre.

¿Cuál es su experiencia y cómo adquirió esta habilidad?

No tomé el camino recto. He probado mucho y sigo aprendiendo  hoy. Dejé mi primer curso de estudio inmediatamente después de la secundaria, enseñando música, religión católica y filosofía, poco después de completar mis estudios básicos y emigré. En los primeros años en Mallorca hice todo tipo de trabajos, como conductor, camarera y guía en una agencia de incentivos, vendedor de joyas, tutor, coach de vida, peón de rancho en un establo occidental, editor y tipógrafo para una revista de juegos de azar inglesa y mucho trabajo voluntario.

De esta manera pude mirar mi nuevo hogar y diferentes formas de vida desde múltiples perspectivas. Este momento un tanto turbulento me ayudó mucho a decidir hacia dónde quería ir con mi vida y qué definitivamente no quería. Me fascinó especialmente el paisaje natural y la historia cultural de Mallorca.

Luego estudié uso del paisaje, conservación de la naturaleza y HNE Eberswalde y dividí los estudios entre Brandeburgo y Mallorca. A esto le siguió la formación española para convertirse en especialista en deportes naturales. Después de eso, conseguí mi primer trabajo como guía y representante de atención al cliente en micobike, una empresa de alquiler de bicicletas. Allí pude probar a ser guía y desarrollé una gran pasión por el ciclismo de montaña. Y el deseo de ser mi propio jefe. Así que finalmente comencé a trabajar por cuenta propia como guía turística y educadora ambiental. En los últimos años he encontrado dos excelentes socios para viajes organizados en grupos pequeños: el Summit Club de la Asociación Alpina Alemana y Hauser Excursions.

​¿Cuál es tu mayor desafío en natour.guide?

¡Oh, eso es mucho! Pero creo que mi mayor desafío es mantenerme concentrado y confiado en mi visión de natour.guide. Se necesita coraje para creer en tus propios sueños, pero se necesita el doble si quieres hacerlos realidad.

¿Tiene usted un “superpoder” que la gente no conoce?

Soy bastante bueno creando una sensación de comodidad y bienvenida incluso en los momentos más incómodos. Ah, ¿y puedo pensar en cosas bastante complicadas, si eso es un poder…?

¿Cuál es tu lugar favorito en el mundo?

No sólo nos enamoramos de un lugar, nos enamoramos del momento, del estado de ánimo, de la luz, de los sonidos y olores, de la gente. Es más bien una cacofonía de todas estas impresiones. Pero ya me he enamorado de Mallorca, de la mezcla de gente, del estilo de vida mediterráneo, de la variedad de paisajes en una isla tan manejable… Pero viajaría de nuevo a Sri Lanka en un abrir y cerrar de ojos. Creo que soy una persona isleña.

¿Qué es lo que más te emociona en la vida?

Quizás las cosas simples de la vida: reír a carcajadas, caminar sin un plan, preferiblemente con tu perro y tu cámara, dejarte llevar por ideas locas y pensamientos descabellados, desayunar tranquilamente, dormitar en la hamaca, cosechar tus propias frutas y verduras, por la noche. caminatas, nadar desnudo… ¡jajaja!

¿Qué es lo más loco que has hecho alguna vez?

Hay diferentes tipos de rarezas, ¿verdad? Yo diría que actuar espontáneamente como animador en solitario en una fiesta, correr por una pendiente pronunciada en bicicleta o bucear de noche es una locura. Pero si soy completamente honesto, creo que tener el valor de decir «joder, eso no me hace feliz» y emigrar espontáneamente, sin previo aviso, fue lo mejor y más loco que he hecho hasta ahora.